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Contenido principal

Conectar: la mentalidad de crecimiento

Esta es la versión para secundaria de la actividad #2: la mentalidad de crecimiento. Hay tres partes en esta actividad del Khanpeonato. Para asignar la actividad a tu clase, asigna las tres partes.  
Actividad 2: la mentalidad de crecimiento
En la actividad previa, aprendimos que nuestros cerebros pueden crecer y que tienes el poder de hacer que tu cerebro crezca. Una parte importante del crecimiento de tu cerebro es comprender los obstáculos comunes que pueden interponerse en tu camino, o desviarte cuando aprendes, y cómo superarlos.
Al final de esta lección, podrás:
  • Identificar la autoconversación negativa
  • Diferenciar entre la mentalidad de crecimiento y la mentalidad fija
  • Impulsar el crecimiento de tu cerebro cambiando la voz en tu cabeza y tus acciones

Conoce a Sam y Mia

Recuerda cuando comenzaste a aprender a resolver ecuaciones. Ahora lee los casos de Mia y Sam, quienes han tomado diferentes enfoques ante el aprendizaje en la clase de matemáticas.
Sam y Mia

La primera semana

El maestro de Mia y Sam estaba enseñando ecuaciones de un solo paso.
Caso A: Sam siempre ha sentido que era bueno en matemáticas. Aprender matemáticas ha sido fácil para él y ha presumido mucho al respecto.
Caso B: Mia nunca se ha sentido segura en matemáticas. Una vez le dijo a su maestra y a su mejor amiga Liz, "simplemente no soy buena en matemáticas".

El primer examen

Sam y Mia tuvieron un examen de ecuaciones al final de la primera semana.
Caso A: Sam pasó con gran éxito. Pensó, "por supuesto, soy muy bueno en matemáticas".
Caso B: Mia, por otro lado, no lo hizo muy bien. Pensó, "esto lo confirma, realmente no soy buena en matemáticas".
Mia frustrada

La segunda semana

Las lecciones de la semana siguiente fueron sobre ecuaciones de varios pasos.
Caso A: en el primer día de clase de la segunda semana de clases, Sam se dijo a sí mismo, "soy una persona buena en matemáticas y esto va a ser fácil para mí". Pero no fue así. Empezó a tener problemas y luego a pensar, "tal vez no estoy destinado a resolver ecuaciones de varios pasos, tal vez no soy realmente bueno en matemáticas. Esto es demasiado difícil para mí". Cuando su maestra comenzó a darle ánimos, se volvió hacia ella y le dijo, "voy a reprobar el examen al final de la semana, así que ¿para qué intentarlo?".
Caso B: Mia se desanimó por lo ocurrido la semana pasada, y el concepto de esta semana se basaba en el de la anterior. No había forma de que ella fuera a hacerlo bien. Quería saltarse la clase, pero mientras caminaba en la otra dirección, su amiga Liz la detuvo y la arrastró a clase, diciendo, "¡Aprendamos juntas!".
Mia y Liz

El mito de la persona buena en matemáticas

Liz le dijo a Mia que no existe una "persona buena en matemáticas". Nuestros cerebros siempre pueden cambiar y crecer si les damos el tipo correcto de práctica. Algunas cosas son más difíciles y es más tardado aprenderlas, y eso está bien.
Sam y Mia hicieron el examen al final de la segunda semana y tanto Sam como Mia reprobaron. La maestra les ofreció volver a presentar el examen al día siguiente.
Caso A: Sam se fue a casa y les dijo a sus padres, "sé que no pasé el examen, pero de todos modos nadie de la clase aprobó. Las ecuaciones son demasiado difíciles". Sonrió al decir, "aún soy el más inteligente porque todos fallaron peor que yo". No estudió esa noche.
Sam enojado
Caso B: Mia se fue a casa y les dijo a sus padres, "sé que no pasé el examen, incluso después de todo lo que estudié, pero puedo decir que estoy aprendiendo. Si practico un poco más, creo que puedo lograrlo". Mia fue a su habitación, practicó y fue a clases con su maestra por la mañana. Incluso invitó a su amiga Liz para que la ayudara a revisar los problemas que no pudo resolver en el primer examen.
Mia y Sam levantando la mano

Haz una pausa y reflexiona

  • ¿Quién crees que pasó el examen al día siguiente?
  • ¿Qué crees que podría haber sucedido de manera diferente si Sam hubiera cambiado la forma en que pensaba acerca de las ecuaciones y de él mismo?
Has completado la parte 1 de 3 en esta actividad: ¡conectar!

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